Y digo yo… Si para Ucrania yo soy un terrorista, ¿que será el ejército ucraniano para la población civil de Ucrania y nuestras Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk? Si no hubiesen asesinado a la población civil de Donbás, si hubiesen respetado la vida de un pueblo que tomó la decisión de construir su destino. Si hubiesen respetado la libertad política y de expresión. Si no asesinasen constantemente a la población civil y a nuestros camaradas, si no existiesen batallones fascistas, si los neonazis ucranianos no hubiesen perpetrado la masacre de la Casa de los Sindicatos el 2 de mayo en Odessa… si no hubiese pasado todo esto yo no estaría aquí. Sin embargo, las acciones de terrorismo del estado ucraniano han tenido respuesta. Esta respuesta se mantendrá, hasta que respeten la existencia y la libre decisión de construir el destino del pueblo de Donbás. Alfonso Cano (Nombre de guerra del comunista y excombatiente colombiano Alexis Castillo asesinado en el Donbás).
Alexis Castillo era un colombiano que a sus 16 años se fue a vivir a Murcia, España, y a los 24 decidió irse a combatir a la región del Donbás contra las fuerzas fascistas del Estado ucraniano que asesina y desplaza a sus propios connacionales que viven en esa región fronteriza con Rusia. Alexis era un comunista, un internacionalista que con decisión lo dejó todo para combatir al régimen neofascista de Zelenski y a la OTAN encabezada por los Estados Unidos.
Gustavo Petro, comentó, al respecto en Twitter: “Alexis, es un colombiano que ha muerto en el Donbás; sus ideas revolucionarias, quizás equivocadas, quizás no, lo llevaron a esta guerra con los ojos abiertos. Ha muerto un joven que quiso ser revolucionario. La revolución es la Paz. Esto no saldrá en nuestros medios.” Un comentario irrespetuoso con la memoria de un hombre que dio su vida en medio del combate contra el neofascismo y el bloque imperialista pro-yankee. Alexis asumió como propia la opresión que sufren los pueblos del Donbás a manos de los imperialistas y del propio gobierno ucraniano y no se quedó contemplando la realidad, sino, que actuó como un combatiente de vanguardia para enfrentar cara a cara en el terreno militar a los reaccionarios. Alexis entendió que la paz se conquista por medio de la revolución, que la paz de los imperialistas es guerra contra los pueblos oprimidos y que los oprimidos tienen el legítimo derecho de organizarse y responder militarmente a esa opresión, pues no será a punta de buenas intenciones que los imperialistas cambien sus posturas de sojuzgamiento, opresión y dominio contra las naciones y países oprimidas.
Tanto la guerra, como la paz, tienen sello de clase. La paz del pueblo sólo se conquistará por medio de la violencia revolucionaria contra las clases reaccionarias que hoy disfrutan de la posibilidad de superexplotar y oprimir a las grandes masas del pueblo para llenar sus bolsillos de superganancias en medio de la más cruenta crisis económica y social que cargan sobre sus hombros las clases trabajadoras, siendo el proletariado la clase más golpeada por el capital, la clase que no “vive sabroso” y que por eso se organiza y rebela a nivel mundial contra el poder de los imperialistas y todos los reaccionarios.
En oposición a las declaraciones de Gustavo Petro, desde Santiago de Chile, una compañera cercana al excombatiente le dedicó unas palabras de las cuales extractamos las siguientes:
En las conversaciones que mantuvimos durante los últimos meses, el compañero, expresaba su preocupación por la deriva de los acontecimientos y la falta de organización, la debilidad ideológica, la falta de comprensión y por último, la ausencia de compromiso. Alexis odió esta guerra desde el primer día, la odiaba, y siempre decía que ojalá terminase de una vez. La compasión con la que hablaba sobre los trabajadores ucranianos, sus deseos de que la contienda resultase rápida, efectiva y con la menor incidencia para las vidas de los civiles inocentes, esa era una de las grandes preocupaciones del compañero. No tenía la capacidad de rendirse.
Tampoco era un aventurero idealista. Tenía su importante formación teórica. Sus análisis lo llevaban a detectar contradicciones incómodas, pero su disciplina, hizo siempre que acatara las resoluciones, por más molestas que pudieran resultarle.
Era de un material raro. Cuando hablabas con él, siempre estaba de buen ánimo y si lo notabas enfadado, era con él mismo, se limitaba a reconocer algunos errores en sí mismo. Cuando tuvimos diferencias políticas entre nosotros, nunca trasladó malestar alguno conmigo.
Alexis no ha escrito una epopeya, no inventemos altares donde colocarlo para eludir nuestras responsabilidades. Alexis ha demostrado que teoría y práctica, deben llevarse hasta las últimas consecuencias y lo ha hecho con tanta humildad, que a todos nos ha zarandeado la conciencia.
Si queremos seguir su estela, pongámonos a trabajar de inmediato, decidamos, todo está pasando y para que la balanza se decante de la posición correcta, no debemos vacilar.
El fascismo, es un monstruo que avanza y está engullendo el mundo que conocíamos, no debemos tenerle miedo. Debemos combatirlo, la trinchera, está hoy cerca nuestra, en todas las posiciones. El capitalismo ha desatado esta bestia, para mantener a la burguesía imperialista en el poder. Nosotros debemos hacerla retroceder, acorralarla, perseguirla, hasta aniquilarla. No podemos olvidar que el origen de todo este mal es el capitalismo y el imperialismo por eso, el objetivo final es la destrucción del capitalismo, la Construcción de una sociedad socialista y por último el comunismo.
Para ser revolucionario, no basta con estar dispuesto a morir por las ideas, hay que vivir entregado a ellas, esa es la gran enseñanza de Alexis Castillo.
CAMARADA ALEXIS CASTILLO ¡PRESENTE!
Definitivamente se necesitan más mujeres y hombres como Alexis para transformar la realidad que viven las masas explotadas y oprimidas del mundo. Combatientes de primera línea que le planten cara al capital en todos los terrenos. Se necesita de la claridad ideológica y la práctica de los comunistas para que, guiados por el marxismo leninismo maoísmo, ayuden a camaradas como Alexis, a que defiendan intransigentemente los intereses del proletariado de forma revolucionaria y con independencia de clase, para evitar que terminen siendo utilizados por una u otra facción de los imperialistas.
Hoy, los comunistas revolucionarios en Colombia tienen importantes y urgentes tareas para constituirse como Partido político de la clase obrera que sirva a la necesidad de construir también una Nueva Internacional Comunista basada en el mlm, que haga de cabeza de la Revolución Proletaria Mundial, que dirija y organice Guerras Populares por todo el mundo, pues la violencia revolucionaria es el único idioma que entienden los reaccionarios y sus lacayos, es la única forma en que se pueden resolver las contradicciones antagónicas entre clases con intereses antagónicos. La muerte de Alexis, que estaba comprometido con el cambio radical de la sociedad, pesa muchísimo por la calidad revolucionaria del compañero, porque formar ese tipo de camaradas lleva mucho tiempo. Que su muerte sirva de ejemplo a los luchadores y combatientes del mundo entero a comprender cómo es que se lleva a la práctica el internacionalismo proletario y la praxis revolucionaria. Su sangre es abono para la Revolución Proletaria Mundial.
