A las feministas de Chile y de todo el mundo

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En medio de las justas luchas del pueblo chileno y en particular, el 25 de noviembre, como parte del día contra la violencia hacia la mujer, el colectivo feminista Las Tesis convocó a las mujeres a hacer un performance titulado “un violador en tu camino”, y ¡qué gran sorpresa! al ver el rotundo éxito de la convocatoria, pues no solamente llegaron 10000 mujeres a Santiago de Chile (frente a la plaza donde la dictadura de Pinochet sometió al pueblo a miles de vejaciones y torturas), sino que el performance ha venido siendo acogido por muchos miles de mujeres más en todo el mundo.

La obra denuncia el abuso sexual sufrido por las mujeres muchas veces a manos de hombres en quienes ellas confían plenamente, también denuncia al Estado a través de los denominados “pacos” o carabineros que durante las luchas de hoy, como en todo el mundo, ha abusado de las mujeres en una ola represiva contra el pueblo, siendo un profundo grito de rebeldía por cuanto la sociedad, además, las culpa hasta por la forma como hubieran estado vestidas al momento de tan lesivos hechos.

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Y así como los comunistas revolucionarios nos hacemos eco de esa rebeldía de mujeres que quieren acabar con la opresión manifiesta contra nosotras no solamente en lo sexual sino en la explotación asalariada y aún en el hogar haciendo así para nosotras, la opresión, más intensa, también tenemos para decirles algunas cosas precisamente para alcanzar esa liberación que además, no será posible sin la liberación de toda la humanidad.

En particular, queremos referirnos a un comentario de una de las compañeras en una entrevista, de la cual, la prensa burguesa subraya precisamente lo que más le conviene a los intereses que defiende. “Estamos convencidas de que la transformación social debe ser feminista o, si no no será una transformación” fueron las palabras de la compañera. Pero en realidad, precisamente, la transformación no puede ser solamente feminista, no puede ser de género. Para que sea realmente una transformación, debe ser del conjunto de la humanidad. La sociedad, conformada por hombres y mujeres necesita alcanzar unos cambios tan profundos que al contrario, para hacerlos posibles, los hombres y mujeres de nuestra clase, el proletariado, necesitamos unirnos y luchar hombro a hombro para acabar hasta con los cimientos del capital que en su fase imperialista intensifica aún más la opresión contra la mujer.

En otras palabras, esta sociedad, la sociedad capitalista no puede ofrecer más que reformas que el capital tan pronto decreta como deroga a su conveniencia, pues para este sistema la ganancia es la que está al mando. Es decir, mientras la ganancia esté en manos de los capitalistas, los terratenientes y los imperialistas el estado de cosas será el mismo y solamente cuando la sociedad vuelva a estar en manos del proletariado las fuerzas productivas podrán avanzar a su servicio, al servicio de la humanidad, única manera de transformar de verdad la situación de opresión de la mujer, pues los asuntos domésticos que la atan y embrutecen, pasarán a ser un asunto social y en realidad, solamente así, la mujer podrá avanzar integralmente, hacer ciencia, hacer política, vivir a plenitud con todo el conjunto de la sociedad.

Y es que es algo muy puntual, concreto pues cuando alcancemos nuestra liberación, los grandes restaurantes como Brasa Roja, Surtidoraves o los imperialistas KFC, etc, en lugar de estar al servicio y para el lucro de los magnates que los poseen, pasarán a manos de la sociedad para administrar la alimentación de los trabajadores sin que nadie se apropie de la ganancia que producen. De igual manera, las lavanderías industriales y las guarderías, administradas por nuestra clase estarán al servicio del pueblo y la mujer, en lugar de afanarse por las mezquindades domésticas, tendrán tiempo para estudiar, hacer política, ciencia, cultura, elevándose así al nivel de los hombres, de sus camaradas de lucha, transformándose incluso las propias relaciones afectivas entre hombres y mujeres, pues como ha sucedido en las sociedades socialistas que nos han precedido, dejará de existir el interés por quién hereda qué y las mujeres serán libres incluso de acabar una relación cuando lo considere sin que esto sea una tragedia para su vida.

Pero además, es importante saber, nuestra clase, que es internacional, se prepara a retomar el camino de la revolución, a superar la crisis ideológica que la ha sumido en la impotencia política para dirigir la lucha de clases y muy pronto recogerá las luchas que ustedes y las demás mujeres del mundo libran en una gran organización internacional de mujeres luchadoras por el socialismo y el comunismo, tal como sucede por ejemplo en la India donde ellas son un gran ejemplo de combatividad en medio de la guerra popular dirigida por el Partido Comunista. Incluso aquí en Colombia, la Unión Obrera Comunista (mlm) lucha internamente por crear, desde lo subjetivo, las condiciones para que las mujeres de sus filas se sientan libres y confiadas para luchar por la construcción del Partido Comunista Revolucionario de Colombia (mlm) hoy, sin que sean maltratadas por parte de sus camaradas.

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