A solo 21 días de posesionados, una movilización nacional modesta pero beligerante, obligó a los alcaldes reformistas gobernantes en Bogotá y Medellín, a pelar su espuela reaccionaria. Toda su parafernalia de protocolos, flores, madres y abrazos por la paz, fueron un distractor para dar paso a la mano dura de la represión estatal.
Su cacareado respeto por el derecho a la movilización social fue silenciado por las aturdidoras del Esmad y transformado en coerción al deseo de las masas de manifestarse en las calles.
Su alambicado cariño por la ciudadanía se transformó en brutales detenciones, heridas y moretones por los bastonazos del Esmad.
Buena razón tuvo la XII Asamblea de la Unión en diciembre cuando puntualizó: “en los puestos ejecutivos del gobierno local y departamental se repetirá la historia del fiasco de los mandatos gobernantes de los reformistas en ministerios, alcaldías y gobernaciones, cuya actuación ha sido tan corrupta y reaccionaria contra los trabajadores, como la de cualquier mamarracho burgués”.
En efecto, Claudia López, Daniel Quintero y demás gobernantes reformistas, se obligan a poner la cara por la burguesía y los terratenientes en defensa de la propiedad privada de los capitalistas, a llorar porque les quebraron unos ventanales de los bancos propiedad de los pobrecitos dueños del capital financiero.
Con el flaco argumento de que sus policías (que matan y desaparecen estudiantes) fueron agredidos por encapuchados, los gobernantes reformistas se obligan a defender la legitimidad de la fuerza represiva estatal que protege a los ricos y garrotea a los pobres, porque es el pilar central del Estado, la máquina del poder político de los capitalistas.
Por enésima vez queda visto y claro como el agua que el gobierno es simplemente un ejecutor de la dictadura de los capitalistas, y sin importar quién tenga la investidura debe someterse a gobernar en defensa del sistema y del orden burgués.
Seguir insistiendo, como lo hacen los politiqueros reformistas en que un cambio de gobierno puede cambiar las condiciones de vida de la gente, ya no es solo demagogia sino una franca bellaquería contra el pueblo.
Las masas de estudiantes y trabajadores la tienen clara: el camino es la lucha directa en las calles. Por eso a pesar de las maniobras y contraórdenes de las camarillas en el Comité Nacional de Paro, las masas salieron a movilizarse y bloquear, salieron a enfrentar las fuerzas represivas del Estado, salieron a pregonar la necesidad de avanzar al Paro Nacional Indefinido, salieron a reafirmar sus reivindicaciones, salieron a manifestar su odio contra los gobernantes y el asqueroso sistema capitalista que es el peor cáncer que sufre la sociedad.
¡Grande es la iniciativa creadora de las masas! ¡Inmensos son los deseos de luchar de las bases! ¡Indoblegable es la combatividad de la juventud!
¡ADELANTE! ¡A ORGANIZAR LOS ENCUENTROS REGIONALES Y AVANZAR AL PARO NACIONAL INDEFINIDO!
Comité de Dirección – Unión Obrera Comunista (mlm)
23 de enero 2020
