Aunque los comunistas organizados en la Unión Obrera Comunistas (mlm) y los seguidores de Revolución Obrera habíamos previsto el advenimiento de grandes huelgas políticas de masas como en efecto se presentaron en la forma de los estallidos sociales en 2019, 2020, 2021, y en medio de ellos, apoyamos las grandiosas iniciativas de las masas y alentamos la necesidad de generalizar la lucha directa de los paros y bloqueos no solo contra Gobierno de Duque sino contra el Estado de dictadura capitalista, y la necesidad de generalizar la organización asamblearia desde abajo como máxima autoridad del movimiento… no tuvimos la fuerza, ni la organización, ni la capacidad para ganar la dirección práctica de la rebelión por varias causas, siendo la principal no haber cumplido todavía la tarea central de nuestro plan de trabajo:construir el Partido Comunista de nuestra clase, que la represente, defienda intransigentemente sus intereses y objetivos, y la dirija con acierto en situaciones tales como los recientes levantamientos populares.
¿Por qué no se ha cumplido la tarea central? Por un lado porque no surge un partido de la clase obrera por el mero deseo de los comunistas, sino, que se necesita unir la teoría socialista, el Programa y la táctica revolucionaria con el movimiento de masas y eso no se resuelve de la noche a la mañana, sino, que el Programa y la táctica deben mostrar su justeza en la lucha social. Mientras esto no suceda existe una gran división entre los revolucionarios y los comunistas; esto se manifiesta como divergencias y la existencia de muchos grupos y por consiguiente, es inevitable que se presenten actitudes sectarias y grupismo.
Pero el mismo estallido social se encargó de demostrar quién tiene la razón en esas discusiones alrededor de cómo es la sociedad colombiana y qué tipo de revolución se necesita, así como cuál es el camino para alcanzar el triunfo. En este caso, quedó al descubierto que la sociedad colombiana no es semifeudal como sostienen algunos revolucionarios y comunistas; es decir que se necesita más capitalismo como dice Petro; sino, que es capitalista y por consiguiente, la clase mayoritaria es la clase obrera y por tanto, la salida revolucionaria es el socialismo y no una revolución democrática; de ahí se deriva también que la fuerza mayoritaria está concentrada en las grandes y medianas ciudades y no en el campo, por tanto, el camino de la revolución es la insurrección popular y no una guerra popular prolongada que vaya construyendo el poder en el campo y desde allí rodear las ciudades como sucedió en China y como debe ser en los países donde la fuerza mayoritaria es el campesinado. Que los compañeros revolucionarios y camaradas comunistas admitan o no estos hechos de la realidad, define ahora su verdadero carácter y a qué clase representan.
Por esa división existente entre los revolucionarios y comunistas, que los hace impotentes políticamente, fue que el ímpetu revolucionario del estallido social del 2021 fue desviado hacia el apoyo a la institucionalidad burguesa, justamente contra el blanco del estallido social, congelándolo en el hielo de las urnas, y la energía social del levantamiento fue controlada y canalizada por los partidos de la llamada “izquierda” en favor de un nuevo Gobierno reformista, del cual ya estamos conociendo sus nefastos resultados para los trabajadores, no por lo que dijimos y advertimos los comunistas hace un año en medio de la farsa electoral, sino, por los hechos prácticos incontrovertibles: carestía de los productos de primera necesidad, desempleo galopante, incumplimiento de promesas de campaña como la liberación de los prisioneros del Estallido social, desmonte del ESMAD, a la vez que continúa la mutilación ocular de los luchadores populares a manos de ese escuadrón asesino, prosigue la guerra contra el pueblo, el asesinato de dirigentes populares… ¿y qué de las reformas? Anuncios, anuncios y más anuncios.
Situación que permite despejar el horizonte frente al camino que debe tomar la lucha de clases que lejos de apaciguarse se ha agudizado, y plantea la necesidad, no simplemente de cambiar de gobierno, sino, de la revolución que derroque a los explotadores, destruyendo el principal baluarte de su poder político y económico: el Estado burgués terrateniente pro-imperialista.
¿Qué nos enseñó el estallido social a los comunistas, además de la necesidad prioritaria y urgente del Partido? Que debemos, a partir de la experiencia de las Primeras Líneas y las Guardias Populares, organizar las Milicias Populares y un Ejército del Pueblo como puntal militar para derrocar los explotadores, y componente del futuro pueblo armado, sostén o pilar central del nuevo Estado de la Dictadura del Proletariado.
Debemos organizar un Frente de clases revolucionarias, cuyo eje central sea la Alianza Obrero-Campesina, como poderosa fuerza social capaz de derrotar el poder de las clases explotadoras, y constituirse en la futura base social del nuevo Estado de Dictadura del Proletariado.
Organizar amplios Comités de Lucha para promover, desarrollar y generalizar los embriones de poder de las masas desde abajo, surgidos en los pasados levantamientos sociales bajo la forma de Asambleas Populares.
Reestructurar y reorganizar el movimiento sindical con independencia de clase, aislando la actual dirección oportunista patronal, restaurando el arma de la huelga como forma principal de la lucha de resistencia a la explotación capitalista, organizando masivamente a la clase, haciendo de los sindicatos escuelas de Socialismo, y forjando desde ya la más amplia organización de las masas obreras para llevar a cabo las futuras tareas socialistas de la Dictadura del Proletariado.
Organizar a los campesinos, sin la tutela del Gobierno, ni del Estado, ni de los terratenientes, ni de los campesinos ricos, sino como garante de la Alianza estratégica con la clase obrera.
Organizar Comités de Mujeres como la materialización de un Movimiento Femenino Revolucionario que aísle la dirección feminista burguesa en el movimiento social de las mujeres, organice masivamente a las compañeras trabajadoras y haga valer la lucha de emancipación de la mujer como parte de la lucha por la emancipación de la clase obrera.
Organizar con independencia a los desempleados, a la juventud, a los inmigrantes, a los estudiantes…
Organizar Comités de Apoyo Internacionalista a las luchas del proletariado y los pueblos contra la explotación y especialmente a las Guerras Populares en el mundo como la que se libra hoy en la India.
Sin embargo, insistimos en que de todas esas y tan importantes tareas por hacer, la tarea central, determinante y principal para que de conjunto todas se encarrilen hacia la revolución Socialista es la Construcción del Partido del proletariado. Si bien esta tarea central de la táctica revolucionaria es responsabilidad principal de los comunistas, en la cual trabajamos tesoneramente resolviendo los problemas políticos del programa, de la táctica y de la organización, es también una tarea que requiere del apoyo político, moral y material de nuestra clase y de todo el pueblo, pero sobre todo, del compromiso directo de los dirigentes naturales obreros, de los activistas proletarios más conscientes principalmente de las industrias fabriles que han de ser las trincheras de los obreros comunistas y fortines de la revolución proletaria.
Por eso el llamado más importante a ustedes camaradas y compañeros seguidores y amigos del portal Revolución Obrera y de la Unión Obrera Comunista (mlm) es a organizarse, a aportar y apoyar con todas sus fuerzas a la construcción de nuestro partido que ahora significa preparar el Congreso, sin abandonar las tareas que tenemos como dirigentes de la lucha inmediata de las masas.
