La lamentable Muerte de Julián Andrés Orrego

Honor a Julián Andrés Orrego

En el marco del Paro Nacional, la Universidad de Antioquia (UdeA) en Medellín se ha convertido en un bastión de lucha revolucionaria, que ha dado gran parte de su alma y fuerzas en la lucha; gracias a su empuje, se le ha logrado imprimir una gran radicalidad al movimiento y debate contra las posiciones a mediatintas y mediocres de las camarillas de las centrales sindicales.

Muchos cacerolazos partieron del centro de la ciudad a los barrios populares con miras a ganar la simpatía del pueblo con el Paro Nacional, lográndolo en los hechos y en faenas agobiantes y prolongadas, demostrando que los jóvenes son una fuente inagotable de energía e ímpetu revolucionario, de creatividad y originalidad insospechadas que irrumpen en el caos y decadencia de la sociedad actual para transformarla; también es de señalar que no son solo los jóvenes estudiantes quienes han estado activos, sino también los jóvenes trabajadores que comienzan a padecer en carne propia las miserias del sistema, muchas veces sin ninguna experiencia organizativa, toda una generación educada en los modernos medios de comunicaciones, internet y las redes sociales, y es precisamente allí donde se han desprendido de la manipulación mediática e ideológica de las clases dominantes.

En la UdeA existen varias organizaciones revolucionarias clandestinas, variopintas y de las más diversas tendencias ideológicas y políticas. Algunas reivindican la violencia revolucionaria, otras consideran que la violencia revolucionaria es en todo momento el único medio para “excitar” y “agitar” a las masas y empujarlas hacia las luchas radicales, es decir, lucha armada en todo momento y por todos los medios como forma principal de lucha. Algunas de esas fuerzas se adjudican así mismas ser marxistas, anarquistas y otras por su terminología se pueden encuadrar dentro de corrientes “nacionalistas o progresistas”.

Julián Andrés Orrego Álvarez quien tenía 21 años de edad y era estudiante de la UdeA, murió lamentablemente ayer tras un incidente vial en un intento de bloqueo de la Avenida Barranquilla junto a otros universitarios quienes usaban “papas bombas” para parar el tráfico. Julián Andrés cayó al piso y el impacto hizo explotar la carga de explosivos que llevaba cuando una motocicleta omitió el pare ocasionándole la muerte horas después. En tal acto se ve claramente un grave error no solo táctico, sino de principios y de métodos de lucha revolucionaria:

1. Bajo la inmensa campaña de desprestigio de la lucha radical por parte de la burguesía mafiosa, es imperioso educar al movimiento “pacientemente” en la perspectiva de pasar de las acciones pacíficas a las acciones directas y choques con las fuerzas asesinas y criminales del Estado; es decir, imponerles violentamente nuestra voluntad a los parásitos dominantes por medio de la lucha organizada de las masas. Pretender omitir la educación masiva del pueblo (omitir agitarlas y hacerles propaganda sobre la necesidad del Paro y de un cambio radical de la sociedad) y pasar a la acción con un pequeño grupo reducido de luchadores es aventurerismo revolucionario, usar “papas bombas” para “excitar” a las masas hacia la lucha son muestras de tácticas terroristas, hace mucho tiempo criticadas por el movimiento obrero y sus dirigentes por ser erróneas y no contribuir realmente a la revolución. Lenin en el ¿Qué hacer? 1902 señala sobre Svoboda, publicación de una organización revolucionaria terrorista, lo siguiente:

“Svoboda hace propaganda del terrorismo como medio de “excitar” el movimiento obrero y darle un “fuerte impulso”. ¡Es difícil imaginarse una argumentación que se refute a sí misma con mayor evidencia! Cabe preguntar: ¿es que existen en la vida rusa tan pocos abusos que sea preciso aún inventar “excitantes” especiales? Y, por otra parte, si hay alguien que no se excita ni es excitable siquiera por la arbitrariedad rusa, ¿no es evidente que seguirá contemplando también con indiferencia el duelo entre el gobierno y un puñado de terroristas? La realidad es que las masas obreras se excitan mucho por las infamias de la vida rusa, pero nosotros no sabemos reunir, si puede decirse así, y concentrar todas las gotas y riachuelos de la excitación popular que la vida rusa rezuma en cantidad inconmensurablemente mayor de lo que todos nosotros nos figuramos y pensamos, y que es preciso fusionar en un solo torrente gigantesco. Que esto es factible lo demuestran de manera irrefutable la colosal propagación del movimiento obrero y la avidez, ya señalada, de publicaciones políticas, así como los llamamientos a dar a la lucha económica misma un carácter político; son formas distintas de esquivar el deber más imperioso de los revolucionarios rusos: organizar la agitación política en todos sus aspectos”.

2. Lanzar “papas bombas” hacia un motorizado que omite un Pare es un craso error y evidencia desprecio por las masas, manifiesto en muchas organizaciones “radicales” e “izquierdistas” que tienden a ver en la “masa atrasada” del pueblo a un enemigo encubierto, lo que va de la mano además con el sectarismo de ver en otros luchadores flojera revolucionaria por no participar en ese tipo de acciones “radicales” y “excitantes”. Tal actuación y concepción política se entremezclan directa o indirectamente con la teoría de los “héroes”, propugnada en su tiempo en Rusia por los populistas y hoy en Colombia por el guevarismo, quienes ven en los valientes y héroes individuales los hacedores de la historia, contrario a como lo concibe el marxismo: las masas hacen la historia. Un marxista nunca se cansará de educar paciente y sistemáticamente a las masas para emprender las tareas revolucionarias del momento y revolucionar así la sociedad. Los “héroes” no son sino una coincidencia histórica y casual, que solo aparecen en las fechas especiales, la mayoría de las veces los héroes brotan de las mismas masas a borbotones y rebasan las acciones más heroicas de un grupo reducido de revolucionarios.

3. Desde el punto de vista militar, las acciones de lucha con grupos reducidos armados de explosivos para enfrentar el ESMAD y la Policía, resultan en pequeñas acciones estériles frente al poderoso ascenso revolucionario de las masas. Las papas bombas ya han demostrado ser demasiado inestables y “peligrosas” para emplearlas en la lucha. Pero además el ESMAD ya ha sido derrotado militarmente en Colombia por las masas campesinas en el Paro Agrario de 2013 y por los llaneros posteriormente, también por los indígenas del Cauca y por los obreros en las huelgas de El Cerrejón y los Corteros de los ingenios en el 2008… en donde se emplearon armas artesanales simples: hondas, piedras, palos, lazos y machetes de manera masiva. La teoría del foco de Guevara y de la cual beben muchas organizaciones universitarias demostró su fracaso con la misma muerte de Guevara en Bolivia el siglo pasado, y la bancarrota de los movimientos guerrilleros en Colombia no hacen sino confirmar tal argumento. En última instancia, los foquistas reniegan de la lucha armada a gran escala, de la guerra de las masas, de la Guerra Popular necesaria para derrocar a la burguesía, y el foco a la larga termina desprestigiando la misma lucha armada ante las masas.

Julián Andrés Orrego lamentablemente falleció como un luchador aguerrido en el marco del Paro Nacional, un joven que creyó en la lucha radical y revolucionaria, quien se sumó a las primeras organizaciones juveniles que tuvo a la mano en la universidad, de igual modo que lo hacen muchos jóvenes que despiertan a la vida revolucionaria y para alegría del régimen mafioso, tal hecho no hace sino imprimirle a su propaganda negra un nuevo impulso sobre el “vandalismo”, las “conspiraciones guerrilleras y extranjeras”. Julián Andrés Orrego estuvo dispuesto a dar su vida en la lucha por el pueblo y la revolución y así lo hizo, y los revolucionarios debemos impedir a toda costa que la reacción satanice y banalice su sacrificio. A su vez las organizaciones radicales y aventureras deben someter a una fuerte crítica sus métodos y estilos de lucha, desechar las teorías dañinas al movimiento y beber de la ciencia del proletariado para encontrar un norte en el que hacer actual en el movimiento de masas.

Proletario que mueres de universo,
¡en qué frenética armonía acabará tu grandeza, 
tu miseria, tu vorágine impelente
tu violencia metódica,
tu caos teórico y práctico,
tu gana dantesca, españolísima, de amar,
aunque sea a traición, a tu enemigo!

Cesar Vallejo

Un camarada

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