¡Contra la Falsa Libertad de Prensa! ¡Fortalecer los Portales de la Prensa Comunista!

¡Contra la Falsa Libertad de Prensa! ¡Fortalecer los Portales de la Prensa Comunista! 1

Los dueños del capital de brazo con el régimen mafioso de Duque y su coro de aplausos en las universidades, iglesias y medios de comunicación, declaran el capitalismo como el reino de las libertades.

En los hechos, el poder económico de los capitalistas, mediante su poder político gobernante, con la fuerza armada y las leyes, atenaza los medios y procedimientos de lucha de las clases oprimidas que atenten contra los opresores, condiciona los derechos de expresión, movilización y organización de los trabajadores a no sobrepasar el límite del “orden burgués”, es decir, a no amenazar la existencia del sistema de la esclavitud asalariada ni del Estado dictatorial de la burguesía, los terratenientes y el imperialismo. El tal reino de las libertades burguesas lo disfrutan sólo los capitalistas quienes gozan de plena libertad de expresión, reunión, movilización y organización.

Ya decía Lenin que la república democrática es la mejor envoltura política del capital, porque dentro de ella, su poder económico vulnera toda libertad en nombre de la democracia.

Tal es la realidad de la libertad de prensa, un hipócrita pregón burgués para ocultar que los grandes grupos monopolistas por ser dueños de poderosos medios modernos de comunicación, tienen la libertad de difundir en el pueblo las mentiras de su ideología, noticias falsas y sesgadas, investigaciones interesadas, opiniones de áulicos cagatintas contratados como mercenarios ideológicos dedicados a defender el sistema capitalista, blanquear sus lacras sociales y ocultar las únicas fuentes de la riqueza acumulada en las arcas de los grupos empresariales: la explotación del trabajo asalariado y la destrucción de la naturaleza. Con exactitud lo definió Lenin:“Los capitalistas llaman libertad de prensa a la libertad de compra que tienen los ricos sobre la prensa, a la libertad de servirse de la riqueza para fabricar y falsificar lo que se llama la opinión pública”.

La envoltura política democrática del capital, permite ciertas opiniones críticas desde abajo siempre y cuando no representen peligro para la estabilidad del sistema. Tales son las opiniones de la prensa legal —con permiso— oportunista y reformista, como por ejemplo el periódico Vozdel partido “comunista” mamerto, cuyas denuncias no pasan de la condena a las arbitrariedades del sistema y del gobierno, implorando “mesura” a los opresores y “humanismo” a los explotadores, siempre en el marco de la defensa de la institucionalidad, que es la defensa del Estado de dictadura de los capitalistas.

También en ciertos períodos de ascenso revolucionario del movimiento, el poder de las ideas revolucionarias unido a la fuerza social y política del movimiento de masas, logra ganar el apoyo de la intelectualidad pequeñoburguesa e incluso el de un sector de la intelectualidad burguesa, tal como fue la experiencia de la Revista Alternativa en los años 70.

Otras veces ocurre, que la tendencia cada vez más pronunciada en las clases dominantes a la reacción en todos los ámbitos de la vida económica, social y política, despierta el rechazo de algunos intelectuales demócratas burgueses. Tal es el caso del prestigio ganado por un grupo de periodistas en la Revista Semana, por sus columnas y caricaturas anti-uribistas, anti-mafia y pro acuerdo de paz.

Reconociendo la experiencia en su oficio de escritores, su bagaje intelectual, estilo, chispa y respeto por el idioma, hay que decir que no son un grupo de intelectuales socialistas, sino defensores de un capitalismo “sin tantos horrores”; demócratas anti-uribistas que algunos llaman de “izquierda”, aunque para el régimen y sus correligionarios quien no sea “uribista” es un “comunista”.

Periodistas demócratas que en bloque renunciaron a la revista burguesa Semana, obligados por la fuerza invisible y muy poderosa del capital, en este caso, de los banqueros Gilinski poseedores del 100% de la editora, y portadores abiertos de una línea uribista en lo nacional y trumpista en lo internacional, línea encarnada en la nueva directora Vicky Dávila, de quién satíricamente dijo el caricaturista Vladdo: “No podía seguir ahí bajo la dirección de una persona con un estilo amarillista y de periodismo con el que no comulgo y que pone por encima el protagonismo de ella en perjuicio de los hechos y el análisis. Es como si a una junta de cirujanos, llega un carnicero a dirigir”.

Así es la tan mentada libertad de prensa en el capitalismo, donde el poder económico de los parásitos financieros Gilinski, tras la cortina de modernizar la revista a tono con los medios digitales, desterró de Semana a los periodistas demócratas y afirmó a fanáticos uribistas como Vicky Dávila, Luis Carlos Vélez y la franquista Salud Hernández.

Contra la falsa e hipócrita libertad de prensa burguesa, se levanta la prensa comunista, independiente del poder del capital, del patrocinio reformista y de la ideología burguesa cuyo altavoz en el movimiento obrero es el oportunismo.

El portal Revolución Obrera es una expresión de la prensa comunista. Cuenta con la guía ideológica del marxismo leninismo maoísmo. Es una tribuna de las clases oprimidas y principalmente del proletariado cuyos intereses de clase son el motivo de su agitación y propaganda, y el Programa de la Revolución Socialista expuesto por la Unión Obrera Comunista (mlm) es su orientación política.

Contra la prensa burguesa y sus mentiras, la prensa comunista difunde la verdad de las causas de la situación del pueblo colombiano y traza el derrotero revolucionario para resolverlas. En la medida en que la verdad de las ideas socialistas se funda con la fuerza del movimiento de masas, el poder de su conciencia, organización y lucha quebrantará el maldito “orden burgués” y su hundimiento no podrá ser evitado por el poder del capital, porque él mismo será derribado y lanzado al basurero de la historia. He ahí la importancia de fortalecer y apoyar los portales de la prensa comunista.

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