¡Contra el camino de la falsa paz y la farsa electoral: impulsar la Huelga Política de Masas!

¡Contra el camino de la falsa paz y la farsa electoral: impulsar la Huelga Política de Masas! 1

Los últimos días son abundantes en huelgas y manifestaciones, también por regiones enteras se extiende la movilización popular como en Chocó, Yopal y Buenaventura, donde su fuerza y reivindicaciones están siendo opacadas por los grandes medios de comunicación. Esos y otros levantamientos que se presentan deben ser respaldados por los revolucionarios, independientemente de quien los dirija, porque su efervescencia contribuye al camino de la lucha directa y revolucionaria de masas; porque son obligados por la presión de la base incluso contra sus propios dirigentes, que han estado con el gobierno y su falso proceso de paz, presentándose ahora al lado de la lucha directa solo por conveniencia para no quedar aislados, porque sus intereses dependen de las promesas de los enemigos.

En Barrancabermeja los obreros están a la cabeza de las reclamaciones de los oprimidos de las regiones petroleras, por las reivindicaciones de trabajadores y la comunidad pisoteados por empresas y el Estado. El magisterio encabeza el pie de fuerza de al menos un millón de trabajadores estatales dispuestos al paro indefinido por alza de salarios y demás reivindicaciones, en sectores tales como la Dian, el Inpec, el Ministerio del Trabajo, la Procuraduría, la Contraloría, el sector judicial, entre otros. En norte del Cauca los indígenas están siendo baleados por el Ejército Nacional como respuesta a la recuperación de su tierra, que el gobierno ha entregado a zánganos explotadores de la caña de azúcar… Se necesita ponerse al frente y dar ideas correctas al movimiento para no dejarlo al acecho de los enemigos. Hay que reforzar la actividad independiente de organización y la labor revolucionaria en comités de lucha, de paro, en esos conflictos, así como en la reestructuración del movimiento sindical, en pro de elevar la conciencia política de los trabajadores por todo el país.

Las justas reivindicaciones sociales que el Gobierno ha burlado, mientras entrega la tierra a los usurpadores y da subsidios a los ricos, le demuestra a los trabajadores que la dirección de los jefes reformistas, vendeobreros de la centrales y de los partidos oportunistas falsos comunistas, no lleva a buen puerto al movimiento obrero y popular, poniéndolo a la cola de los intereses de los burgueses y terratenientes.

El incumplimiento generalizado del Gobierno a los acuerdos celebrados en otros momentos de movilización de trabajadores, pensionados, maestros, pequeños propietarios y comunidad ha rebosado la copa. De nada valió la promesa de los jefes vendeobreros, reformistas y oportunistas de darle respiro al «nobel de paz» y su Ejecutivo para cumplir o modificar la implementación de los acuerdos con los jefes de las Farc. Aquí no están los intereses de las masas de por medio. Por el contrario, los enemigos han seguido avanzando con más libertad en sus planes contra las masas.

La Crisis económica hizo más infernal el problema del desempleo, la superexplotación, la miseria y el despojo de los campesinos, pero el gobierno llama a no acosar la dictadura de los ricos porque como consecuencia los trabajadores pagarán más caro con el despido, la «disminución de la inversión extranjera» y el estancamiento del crecimiento de la producción. Un llamado al que se acogen directamente y sin sonrojarse los jefes vendeobreros de las centrales sindicales y todos los reformistas y oportunistas amigos de la reelección de Santos.

La plata de la corrupción y las ganancias de los grandes monopolios naciones e internacionales alcanzarían y sobraría para sacar a Colombia del atolladero, pero esto no será posible porque la tal «voluntad política» burguesa que tanto claman los reformistas, es la tapadera que oculta el interés voraz del capital en la ganancia, a costa de oprimir y explotar. Quienes se han robado el erario, han saqueado la naturaleza y exprimido hasta la última gota de sudor del pueblo colombiano, son los señores del capital ahítos de ganancias que están ahogados en medio de un sistema que se hunde sin poder humano que lo evite y ante el cual los trabajadores deben levantarse como una sola fuerza para sepultarlo.

Los niveles de corrupción en los casos de Reficar, Odebrecht y numerosas entidades regionales y nacionales demuestra otra denuncia insistente de los revolucionarios: el Estado capitalista apesta y el camino no es reformarlo, hay que destruirlo, no dejando piedra sobre piedra de él, para construir sobre sus ruinas un Estado de Obreros y campesinos; ese sí barato, transparente, eficiente y al servicio de la sociedad.

Mientras el sistema financiero gana como nunca y a sus bandidos no los castiga nadie —incluyendo a los que tienen su dinero en paraísos fiscales—; mientras hay de por medio reformas tan infames como la tributaria, están en desprestigio todas las instituciones del Estado putrefacto, y el mentiroso proceso de paz deja ver que no fue más que la legalización del despojo a los campesinos por los grandes cacaos capitalistas… mientras todo esto sucede es apenas natural que crezca a la vez la indignación y la rebeldía de todo el pueblo trabajador, es en estos momentos cuando sobran motivos para avanzar a la Huelga Política de Masas en todo el país, para avanzar al Paro Nacional Indefinido, aislando a los jefes traidores que han respaldado al gobierno antiobrero y antipopular.

El Gobierno de Santos, como los que le han antecedido, ejecuta el poder a favor de una facción capitalista que llena sus bolsillos, a la vez que representa los intereses comunes de burgueses, terratenientes e imperialistas, oprimiendo y haciendo más miserable al pueblo colombiano. Solo la fuerza del indómito movimiento que hoy se presenta en distintas regiones y por sectores a nivel nacional, solo esa poderosa fuerza unida a nivel nacional en una Huelga Política de Masas, en un Paro Nacional Indefinido puede enfrentar con éxito a los enemigos, arrancando las reivindicaciones económicas, sociales y políticas inmediatas que exige el pueblo, obligando a retroceder la dictadura infame de burgueses y terratenientes.

Las reivindicaciones de que hablamos están bien recogidas en la Plataforma del Pueblo Colombiano propuesta por los Comités de Lucha en las principales ciudades del país, por esto la obligación de los auténticos representantes de los trabajadores es conformar y fortalecer estas organizaciones independientes y revolucionarias del pueblo, para fortalecer el camino de la Huelga Política de Masas por todo el país. Esto aplica para los dirigentes sindicales que deben desenmascarar y aislar a los dirigentes del sindicalismo burgués, quienes apoyaron la reelección de Santos e incluso la campaña por el SÍ en su referendo mentiroso, malgastando los fondos sindicales en la politiquería y el engaño de la burguesía en lugar de utilizarlos para unir y generalizar el paro.

El aplacamiento de la rebeldía popular que piden ahora los enemigos y que gestionan los sirvientes del capital desde dentro del movimiento obrero, está en contra de la justa rebeldía que estalla por toda Colombia, la cual rebasa la represión del Estado y a sus bomberos de la lucha social. Corresponde a los revolucionarios hacerse presentes con su denuncia, su propaganda y agitación, llevar sus ideas de organización y lucha para dar rienda suelta a la iniciativa creadora de las masas en esta pelea de todos los explotados y oprimidos contra todos los explotadores y opresores representados en el Estado. Esta es una oportunidad de ligar la lucha por las reivindicaciones inmediatas de las masas a la lucha por la Revolución Social.

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