Ninguna ilusión en el CNP: ¡Viva el Paro General Indefinido!

Una semana después de realizada la Asamblea Nacional Popular, fue deshecho el espejismo insulso de quienes aún abrigaban esperanzas en el Comité Nacional de No Paro. La rueda de prensa anunciada el 10 de junio para presentar su cambio de táctica y estrategia, no se hizo, y solo el 15 de junio se conoció una declaración donde queda claro que su convocatoria a la “jornada” del 28 de abril, solo buscaba atravesarse en la lucha y cubrir su complicidad con el régimen.

Denuncian que el gobierno desconoció el preacuerdo al que habían llegado el 24 de mayo, expidió el Decreto 575, dilató la negociación del pliego de emergencia, actitud despótica y tratamiento de guerra a la protesta popular. Por tales razones decide, “interrumpir temporalmente las acciones periódicas y acordar el siguiente plan de acción”:

• Hablar con diferentes sectores de la sociedad, la academia, los empresarios, alcaldes y gobernadores y con millones de colombianos en asambleas, encuentros, foros, conversatorios, actividades pedagógicas, lúdicas y culturares para socializar el pliego de emergencia.
• Convocar amplios foros, encuentros, conversatorios, velatones, actividades culturales y artísticas en la mayor cantidad de municipios el 20 junio, al cumplirse un año de presentación del pliego nacional de emergencia.
• Adelantar las negociaciones de los pliegos estatales, sectoriales y territoriales.
• Elaborar proyectos de Ley que recojan el Pliego de Emergencia y entregarlos al Congreso de la República el próximo 20 de julio, continuando así la lucha emprendida en octubre de 2019.
• Presentar iniciativas al congreso, con base en el preacuerdo de garantías a la protesta.
• Exigir la derogatoria del Decreto 575 y el Decreto 1174, la respuesta sobre los desaparecidos, la libertad de las y los detenidos y la Ruta de Protección Primaria y Urgente a la vida.
• Realizar una movilización el 20 de julio reiterando la consigna “por vida, paz, democracia y contra las políticas neoliberales del gobierno de Duque”
• Respaldar la iniciativa de un Encuentro Internacional en Defensa de la Democracia, de los Derechos Humanos y de las Garantías para el ejercicio de la Protesta social.

Hasta un ciego puede ver que para tales tonterías, ahora propuestas como salida a la intransigencia del régimen criminal no necesitaban hablar de paro. Lo cual deja claro que su convocatoria a paro el 28A solo fue para atravesarse en la lucha y cubrir su complicidad con el régimen y las clases dominantes.

El CNP terminó de destaparse como enemigo del Paro y se propuso dar la espalda a la juventud que le ha puesto el pecho a las balas del régimen asesino. No hay tal “cambio de estrategia y táctica” porque van a seguir haciendo lo acostumbrado: convencer a los explotadores de la necesidad de atender la crisis social, sanitaria y ambiental, presentar su pliego de emergencia en proyectos de ley al congreso, negociaciones por separado en todas partes y, de remate, condenar los bloqueos y la movilización revolucionaria de las masas. Y para encubrir su complicidad con el régimen: exigir la derogatoria del Decreto 575 y hacer un encuentro internacional para charlar sobre democracia, libertad y derecho a la protesta.

Al día siguiente de semejante declaración a la medida de las exigencias del régimen, sectores de la llamada “izquierda” del CNP, para “salvar su alma” se pronunciaron en rueda de prensa y emitieron otra declaración. En ellas hablan de “ajustes tácticos”, de palabra respaldan la heroica juventud, los bloqueos y la Primera Línea, y con el cuento chino de que “el paro no para, continúa y se transforma”, dicen que “hemos pasado de la acción contestataria a la acción propositiva”, avalando la asquerosa actitud del CNP y sus tareas, solo que poniéndole términos “más radicales” a algunas de ellas y llamando a realizar actividades no solo el 20 de julio como anunció el CNP, sino también el 21 de junio:

• Realizar amplias jornadas de movilización y protesta de acuerdo a las condiciones territoriales que incluyan marchas, concentraciones, foros, encuentros, conversatorios, velatones, actividades culturales y artísticas en la mayor cantidad de municipios, el 21 junio y el 20 de julio, enfatizando en las motivaciones de los paros nacionales de «por vida, paz, democracia y contra las políticas neoliberales del gobierno de Duque».
• Exigir la desmilitarización de campos y ciudades, la derogatoria del Decreto 575, las respuestas sobre los desaparecidos, la libertad de las y los detenidos y la ruta de protección primaria y urgente a la vida y las garantías para la protección frente a las violencias basadas en género para las mujeres y población LGBTI en las protestas.

No existe ninguna diferencia de fondo porque todos son enemigos del Paro y todos están de acuerdo en amarrar la indignación popular al carro de la farsa electoral del año entrante. Es decir, ayudarle al régimen criminal y a Duque a terminar su mandato como claramente lo expresó Gustavo Petro.

Sus intereses no son los del pueblo que ha puesto los muertos en las calles, sino apetitos politiqueros que además dividen a la base engañada de las centrales sindicales y demás organizaciones sociales, terciando alrededor de abiertos defensores de la esclavitud asalariada y reverenciadores del Estado burgués asesino, como son los señores de la “Coalición de la Esperanza” (los Verdes y Dignidad, con Fajardo y Robledo) y del “Pacto Histórico” (Colombia Humana, el falso Partido Comunista –mamerto–, Unión Patriótica, etc., con Petro).

Toda su esperanza está cifrada, no en la capacidad creadora del pueblo para tumbar el régimen mafioso y paramilitar caído en desgracia, sino en sostenerlo para “ser gobierno”, soñando en alcanzarlo por la vía con que las clases dominantes garantizan sus privilegios. Toda su lógica está basada en cálculos electoreros y por eso no alcanzan a percibir la magnitud de la profunda crisis política, la división entre las clases dominantes y las posibilidades que tiene el pueblo de dirigir la sociedad y solucionar los problemas que los explotadores no quieren y no pueden resolver porque su único interés es defender sus privilegios a sangre y fuego.

Por el contrario, los revolucionarios y comunistas, se oponen a la salida constitucional burguesa que proponen los jefes reformistas, que independiente de sus deseos candorosos terminará sirviendo a la reacción, y por ello se apoyan en la vitalidad del movimiento, en las formas revolucionarias de lucha que está utilizando, en las formas de organización que ha ingeniado, cumpliendo el deber de contribuir a elevar la conciencia política de las masas, de señalar sus objetivos inmediatos y futuros, de ayudarles a diferenciar a los enemigos y falsos amigos de los verdaderos amigos, de contribuir a elevar sus actuales formas de lucha y de organización.

Por ello se han propuesto contribuir a preparar las fuerzas para derribar el régimen con la lucha revolucionaria de las masas, con el paro de la producción, los bloqueos y la movilización combativa en las calles:

• Generalizando las Asambleas Obreras, Populares, Campesinas, Indígenas, Estudiantiles donde se ejerza la democracia directa del pueblo trabajador, se decidan las exigencias y las tareas para proseguir en la lucha y generalizar el Paro Indefinido. Asambleas de abajo hacia arriba cada vez más conscientes y organizadas para transformarlas en la forma del nuevo poder.

• Generalizando los Grupos de Choque o Primera Línea y construir las Guardias o Milicias Obreras y Populares para enfrentar con éxito y derrotar las fuerzas asesinas estatales y paramilitares. A su vez, preparando mejor los combates y actuando con inteligencia para no propiciar bajas innecesarias.

• Complementando el combate directo a las hordas armadas del régimen, con un intenso trabajo de agitación y propaganda en las filas de las fuerzas militares del enemigo para desmoralizarlas, aislar a los mandos superiores y hacer que una parte de sus efectivos se pasen al lado del pueblo sometiéndose a las decisiones de las Asambleas Populares.

• Proponiendo un Programa Inmediato que sea ejecutado por el propio pueblo desde abajo, mediante un nuevo gobierno de obreros y campesinos no de los explotadores.

Una táctica que sirve al propósito de preparar las fuerzas del pueblo trabajador para el asalto definitivo a la fortaleza enemiga y despeja el camino para acabar de raíz con los males que aquejan a la sociedad colombiana, como parte de la Revolución Proletaria Mundial.

Los revolucionarios que hasta ahora han sido engañados con el espejismo del CNP están llamados a despertar, a romper definitivamente con los jefes politiqueros y vendeobreros y adoptar el camino que verdaderamente le sirve al pueblo colombiano.