BALANCE DE LA CAMPAÑA POLÍTICA ANTIELECTORAL

Durante la farsa de las elecciones, todos los partidos burgueses y pequeño burgueses tuvieron su actuación, y el proletariado revolucionario tuvo la suya propia, de manera independiente y revolucionaria, cuyo objetivo principal fue hacer propaganda al futuro Estado de obreros y campesinos, denunciar la dictadura de clase de los explotadores y encausar el abstencionismo espontáneo de las masas, hacia las acciones conscientes por el camino de la lucha directa y revolucionaria, por la Huelga Política de Masas y la Revolución socialista.

El llamado a conformar comités anti electorales se hizo en algunas ciudades del país, al cual varios atendieron con fuerza y tenacidad desarrollando sus actividades, en medio de las extravagantes campañas de los politiqueros que pulularon hasta en las esquinas de los barrios obreros. Mítines, perifoneo, distribución de propaganda, participación en las actividades de las masas, fueron algunas tareas que se realizaron bajo consignas como: ¡No votar, los ricos ya eligieron por nosotros! ¡No a las urnas, sí a la lucha!; acogidas por las bases sindicales, las masas laboriosas y el pueblo en general, pero rechazadas y condenadas por la «izquierda» reformista y oportunista arrodillada al régimen oprobioso de la explotación.

Mientras las direcciones de varios sindicatos, por orientación de los jefes reformistas y oportunistas, emplearon los fondos de la organización para patrocinar a uno u otro candidato e incluso pusieron a dirigentes honestos del movimiento sindical como la cara de partidos tan corruptos como el Polo Democrático, los comunistas apelaron a las masas garantizando con su apoyo, la propaganda y asistencia a las actividades propuestas.

Mientras los politiqueros pronunciaban discursos con incontables promesas, recogiendo los males sociales y poniendo candidatos como la solución, los comités anti electorales agitaban contra la farsa electoral, denunciaban la putrefacción del Estado y llamaban a la clase obrera a elevar sus miras hacia su misión histórica de ser la clase gobernante de la sociedad, derrocando el poder político de los capitalistas, aboliendo la propiedad privada y la explotación del trabajo asalariado, para instaurar sobre las ruinas del podrido Estado burgués, el futuro Estado de Dictadura del Proletariado e iniciar la construcción de la economía socialista hasta llegar al comunismo. Mientras la «izquierda» reformista que le ayuda a la derecha capitalista, rasgaba sus vestiduras en conflictos visibles como el del Hospital Universitario del Valle (HUV), cacareando soluciones y en últimas utilizando la lucha del pueblo para sus actos politiqueros, las masas demostraron su fuerza y organización, y sin falsos representantes, se lanzaron a huelga, como es el caso de los trabajadores de Goodyear o los estudiantes de Univalle rechazando la privatización del HUV; así como el enfrentamiento a los patronos en las puertas de las fábricas como en el caso de Femsa Coca-Cola y Bavaria.

Mientras la democracia burguesa desarrollaba su farsa electoral, los trabajadores continuaron sus luchas y se prepararon para nuevas batallas. Con todo ello, se demuestra que al pueblo no lo convencen los «salvadores supremos», y se sigue imponiendo la abstención electoral, pese a que el presupuesto de la nación se desfalcó como nunca antes con el patrocinio a estas elecciones, para hacerlas históricas en derroche y corrupción. Los capitalistas ocultan lo anterior indicando que se redujo la abstención y se luchó contra la compra de votos, pero la esencia es que apesta el podrido Estado burgués.

Por ello, fue un gran acierto el desarrollo de la Campaña Política Anti-electoral, porque en medio de la rutina de la fábrica, de la demagogia y verborrea de los politiqueros y en medio del infierno de explotación, los obreros de importantes fábricas en las principales ciudades del país y las masas en lucha, encontraron una posición distinta a la de confiar en el Estado de los explotadores e incluso distinta a la del voto en blanco, que no va más allá de ratificar al democracia burguesa. Fueron distribuidos cientos de periódicos impresos de tres ediciones de Revolución Obrera, así como miles de volantes entres las masas. Una posición clara con el NO VOTO, una posición revolucionaria que sin titubeos condena al Estado y sus elecciones y aprestigia el camino de la Revolución Socialista. Una posición que rechazó y denunció la farsa electoral como el gran engaño donde el único objetivo es perpetuar la dictadura burguesa.

Con más fuerza, los comités anti electorales que se hayan conformado y los activistas de la campaña, deben seguir el camino que las masas imponen, luchando de forma directa, por la Huelga Política de masas, como parte del camino revolucionario que prepare y garantice las fuerzas para nuevas batallas, porque que el Estado burgués tan solo sirve para sostener el infierno de la explotación, y por ello hay que destruirlo y construir el nuevo poder de obreros y campesinos.

¡Ni el Estado ni los politiqueros, solo el pueblo salva al pueblo!

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