A Organizarse y Prepararse Para Generalizar los Combates Contra los Enemigos

El asesinato de Javier Ordoñez el 8 de septiembre, a manos de la policía en el noroccidente de Bogotá, desató la furia contenida de las masas populares en las principales ciudades del país, especialmente en la capital, donde los enfrentamientos con las fuerzas represivas se prolongaron hasta altas horas de la noche del 9 de septiembre.

Los actos violentos desplegados contra los puestos de policía y sus vehículos, así como contra otras instituciones del Estado, son la justa respuesta al terrorismo impuesto por el régimen mafioso, que no cesa en su carrera de masacrar, asesinar y perseguir al pueblo y a sus dirigentes.

No fueron actos vandálicos de unos cuantos desadaptados sino la expresión de la justa rebelión de las masas oprimidas y desposeídas contra el terrorismo Estatal y el régimen criminal. Por la composición mayoritaria de los combatientes, fue un levantamiento de la juventud que los comunistas saludamos y respaldamos, porque a la violencia reaccionaria del Estado es justo oponer la violencia revolucionaria del pueblo.

La respuesta del Estado terrorista y sus fuerzas represivas en Bogotá fue disparar contra los manifestantes dejando como saldo 7 muertos y 248 heridos, 58 de ellos por las balas policiales, además de los golpeados y gaseados por el escuadrón asesino del ESMAD. No suficiente con la nueva masacre, el gobierno nacional y la alcaldía sedientos de sangre, decidieron aumentar el número de efectivos con 1600 policías y 300 soldados, en el vano intento de aplastar la indignación del pueblo, que continuará saliendo a las calles desafiando la bota militar.

Los hechos confirman que no se trata de unos cuantos asesinos a quienes hay que juzgar, sino de una política de Estado. Demuestran además que todas las instituciones de esa máquina de opresión llamada Estado, cuyo pilar central son justamente las fuerzas militares, no están al servicio ni para proteger a los ciudadanos en general, sino para defender a sangre y fuego los privilegios de las clases explotadoras y garantizar que funcione sin alteraciones el orden que surte sus ganancias, indep endiente de quienes estén en el gobierno.

Por ello, ¡La rebelión se justifica! Pero se necesita generalizar los combates avanzando a la Huelga Política de Masas, al Paro General Indefinido que frene el terrorismo de Estado y la voracidad de las clases dominantes, lo cual exige un mayor grado de organización y de preparación.

En tal sentido, desde Revolución Obrera, órgano de la Unión Obrera Comunista (mlm) y voz de los explotados y oprimidos, llamamos a la clase obrera, al pueblo en general y, especialmente a la juventud que está nuevamente dando pruebas de heroísmo, a organizarse y prepararse mejor para garantizar el Paro General, retomando las Asambleas Populares y fortaleciendo los Comités de Lucha y el Bloque Por el Paro General Indefinido.

Invitamos a organizarse y prepararse mejor para enfrentar con éxito las fuerzas represivas del Estado, generalizando los grupos de choque y empezando a construir la guardia o milicia obrera, campesina y popular para derrocar con la violencia revolucionaria de las masas a los parásitos que viven del sudor y la sangre del pueblo trabajador.

Llamamos a organizarse y prepararse mejor para destruir con la insurrección popular todo el poder del capital y no dejar piedra sobre piedra del viejo Estado de los explotadores, y para construir sobre sus ruinas el nuevo Estado sustentado en el pueblo armado.

Convocamos a organizarse y prepararse mejor para que el pueblo laborioso tome en sus propias manos la dirección de la sociedad e instaure el socialismo, el nuevo orden económico social que acabará con los privilegios de los parásitos explotadores, entregará a la sociedad los grandes medios de producción y devolverá a los trabajadores la riqueza creada por ellos.

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