Discursos de paz en la Habana y masacre en Argelia Cauca

¡Mientras se habla de paz en la Habana sigue la guerra contra el pueblo en Colombia! Es la situación que se vive en el municipio de Argelia Cauca, cuando el 19 de noviembre el ejército entró a la zona en 35 camiones, disparando contra los campesinos, dejando 6 heridos y asesinando a Miller Bermeo.

Lo sucedido en Argelia es una muestra que para el pueblo no hay, ni habrá paz, bajo una sociedad capitalista dividida en clases sociales, porque la paz de los ricos la pretenden establecer las clases explotadoras a condición de mantener en la miseria, la opresión y el despojo a los pobres del campo.

La «solución conjunta e integral que se acordó en la Habana que consiste en programas de sustitución de cultivos ilícitos, prevención del consumo desde una óptica de salud pública y el tráfico de drogas propiamente dicho» en realidad no dará solución a la causa de fondo de la guerra reaccionaria entre las clases dominantes, incluida la cúpula guerrillera de las FARC; que es la disputa por las ganancias generadas en la explotación de las tierras prósperas del país (renta extraordinaria de la tierra). Y más lejos está la solución en la medida que la producción de coca es una industria tan grande y rentable que como lo ilustran algunas cifras de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en vez de disminuir «el área de cultivo subió 44 %. Pasó de 48.000 hectáreas en 2013 a 69.000 en 2014.» Por otro lado, la producción potencial de cocaína aumentó de 290 a 442 toneladas métricas, es decir, 52 %. De 32 departamentos de Colombia, en 23 se cultiva coca, con la participan de más de 64.500 familias. Y la producción solo de la hoja de Coca, fue valorada en el 2014 en 408 millones de dólares y los departamentos de mayor producción son Putumayo, Nariño, Chocó, Cauca, Valle, Meta y Guaviare.

Como se puede apreciar, son muchos millones de dólares de ganancias los que se disputan en la guerra de la Coca. Pero esto es apenas un aspecto, porque las zonas mineras o de gran fertilidad para otros cultivos como la caña de azúcar, la palma aceitera, de maderas finas, zonas ganaderas, etc., también es zona de disputa y reparto. He ahí la causa de la guerra reaccionaria, donde son los pobres del campo y la ciudad los que ponen los muertos.

He ahí la causa de las masacres en Argelia Cauca, donde la solución por parte del Estado colombiano a los problemas del desempleo y la miseria es una lluvia de plomo, ¿entonces dónde quedan los discursos bonitos de La Habana sobre sustitución de cultivos, salud, educación, vías y agua potable para los pobres del campo?… ¡quedan en pura demagogia!

Pero frente al terrorismo de Estado, los campesinos en Argelia no se dejan doblegar, su respuesta ha sido de lucha, enfrentando la arremetida del ejército y la policía, bloqueando una vía del corregimiento Sinaí de Argelia, quemando un camión que transportaba tropas de la Brigada 29 del Ejército y un grupo de erradicadores de cultivos de coca. Dichos enfrentamientos, vislumbran que las masas campesinas no deben distraerse con el falso discurso de paz para los pobres, por el contrario, es necesario prepararse para enfrentar una agudización de la guerra contra el pueblo.

Es hora da avanzar en la hermandad de obreros y campesinos, preparándose en medio de la lucha actual, para desatar una verdadera Guerra Popular que destruya todo el poder de los enemigos del pueblo y erija el nuevo poder soberano y directo de los obreros y campesinos armados.

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