La lucha de masas avanza, urge la unidad de los obreros revolucionarios

La lucha de masas avanza, urge la unidad de los obreros revolucionarios 1

En Perú, el pueblo se lanzó a las calles contra el gobierno, y fue tal la fuerza de sus manifestaciones, que tuvieron que destituir por corrupto al presidente Martín Vizcarra; pusieron en su reemplazo a Manuel Merino, quien no alcanzó a sentarse en la silla presidencial cuando también tuvo que salir obligado por la furia popular. Hay en ese país, un evidente vacío de poder, manifiesto en que la población está harta de toda la corrupción que campea en las instituciones, y las clases dominantes, atraviesan por una profunda crisis interna que los tiene como hienas disputándose la dirección del gobierno.

Algo similar se vive en varios países como el caso de Guatemala, donde la furia popular se hizo sentir a consecuencia del presupuesto programado para el próximo año que estaba, como en los demás países, destinado a favorecer los negocios de los ricos, y sobre todo al capital financiero, mientras descarga en los trabajadores todo el peso de la crisis del sistema y las consecuencias nefastas creadas por la ineficaz atención a la pandemia. Las protestas en Guatemala obligaron al gobierno a echar atrás la propuesta del presupuesto, pero la furia popular tiene causas más profundas y de imposible solución dentro de los marcos de esta podrida y rancia democracia. Igual que en Perú, y muchos otros países, las clases dominantes están desesperadas, divididas y en una encrucijada por sus propias contradicciones, ante lo que no ven solución posible, y literalmente todos los días, la población está en las calles movilizándose contra el gobierno.

Brasil es otro botón de muestra en el hemisferio occidental, los motivos para salir a las calles pululan todos los días en el país más poderoso de centro y Suramérica. Las últimas manifestaciones, multitudinarias y combativas, tuvieron motivo inmediato en el asesinato de un hombre negro a manos de unos guardias de seguridad de una de las tiendas del supermercado Carrefour en la ciudad de Porto Alegre. El brutal asesinato de este hombre, frente a su esposa y otros clientes, desencadenó, como en otros países, la furia popular, poniéndose de manifiesto la inconformidad generalizada de la población contra el gobierno, asesino, corrupto, criminal, inepto y defensor sátrapa de los ricos y en contra del pueblo, abnegado y luchador incansable.

La semana que concluyó, también registró grandes manifestaciones en Paraguay, cuando más de 7 mil personas entre indígenas, campesinos y proletarios agrícolas se tomaron Asunción, la capital, para decirle de frente al gobierno, que están en pie de lucha, y que no están dispuestos a permitir que les incumplan con los acuerdo firmados en el mes de octubre. El gobierno de ese país, como es costumbre allá, y en la mayoría de países, tranza a los manifestantes con promesas, con mesas de diálogo, con “bombones de trapo” para apaciguar y desmovilizar a la población; pero, el pueblo paraguayo, es también digno protagonista del ascenso de la lucha mundial de los pueblos y nuevamente retoma el camino de la lucha.

Todo este maremágnum de levantamientos, es sin duda un excelente síntoma para el futuro del camino revolucionario, los pueblos están dispuestos, su ánimo está en alza, cualquier motivo es suficiente para que miles y en algunos casos, millones se lancen a la calle a protestar, y eso es:terreno abonado para la revolución.

Por su parte, las clases dominantes se ven acorraladas, más se demoran en planear sus nuevas medidas contra el pueblo, que el pueblo encontrar otra razón más para levantarse; y esa situación, que se expresa como una total incapacidad de gobernar, los pone en permanentes disputas intestinas que los debilitan; lo cual es favorable para el camino del pueblo, eso fortalece la moral de los combatientes, y exige a los revolucionarios redoblar el paso, combatir y demoler los obstáculos que se atraviesan en la necesaria unidad en una nueva Internacional Comunista que juegue el papel de centro de dirección revolucionaria que dirija y aglutine a todos los comunistas auténticos en una sola fuerza. Una dirección que sea el furgón que empuje la construcción de Partidos Comunistas Revolucionarios donde no los hay y fortalezca los existentes.

Una fuerza poderosa está horadando los cimientos de la raída estructura capitalista mundial, el mundo imperialista es una pieza de museo que debe ser demolida y sobre sus ruinas avanzar en la construcción del futuro mundo gobernado por obreros y campesinos.

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