La Internacional

Nuestro Himno de Combate

La Internacional 1

En el proceso de formación del arte proletario al interior mismo de la sociedad capitalista, podemos apreciar la creación socialista, como por ejemplo, las canciones de la insurrección de Silesia, los himnos revolucionarios de los obreros rusos, las canciones de Paul Robeson, la obra de Hanns Eislerla marcha del 26 de julio de los revolucionarios cubanos, La joven guardia, Bella Ciao, el himno de los partisanos en la Segunda Guerra Mundial, etc., y entre todas estas melodías sobresale por su carácter internacionalista y revolucionario, La Internacional, el himno del proletariado a nivel mundial.

En julio de 1888 se interpretó por primera vez en público el himno La Internacional, un año después de la muerte de su escritor Eugène Pottier, un obrero de la Comuna de París, gracias a la música que le compuso Pierre Degeyter, uno de los obreros que pertenecía al coro “La lira de los trabajadores” de Lila, Francia.

El himno, la música, la canción, la marcha nos permite asimilar y expresar la fuerza de la lucha revolucionaria de las masas, durante la actividad revolucionaria práctica: en las barricadas, las reuniones, los mítines; donde lo más importante no es la composición estética, ni la belleza de su interpretación, sino lo que inspira y trasmite.

La Internacional es uno de ellas; es nuestra herencia histórica como clase, con los puños en alto los obreros de todo el mundo y en diferentes idiomas la entonamos desde lo más profundo de nuestras entrañas porque es nuestro himno, uno solo para todo el proletariado.

Por su carácter de clase este himno ha sufrido ataques por parte de la burguesía, como por ejemplo el llevado a cabo por los chovinistas o defensores de la patria burguesa en 1896, que en medio de un congreso realizado en la ciudad de Lila por el Partido Obrero Francés, los sectores nacionalistas irrumpieron entonando el himno burgués La Marsellesa, ante lo cual los obreros revolucionarios entonaron con vigor La Internacional.

En Colombia los ataques al himno han sido desde vetarlo, por varias décadas de las manifestaciones del 1 de mayo, y cuando el proletariado revolucionario logró rescatarlo y hacer que se entonara nuevamente en las manifestaciones desde la década del 90, ha llegado hasta tergiversar su letra y cambiar su ritmo por parte de la pequeña burguesía, maniobra que desafortunadamente ha tenido eco entre algunos trabajadores, pero también ha tenido el rechazo valiente de los obreros conscientes.

Existen diferentes versiones de la letra, pero lo más notable es la supresión de la estrofa que dice:

No más salvadores supremos

ni césar, ni burgués, ni dios

pues nosotros mismos haremos

nuestra propia redención.

Donde tienen los proletarios

el disfrute de su bien,

tenemos que ser los obreros

los que guiemos el tren.

Mutilar La Internacional de esta manera, es negar su carácter de clase, es desconocer el protagonismo de la clase obrera que debe salvarse a sí misma; tal mutilación sirve a los intereses de la burguesía pues tras la excusa del supuesto respeto a las creencias religiosas, se infunde la idea de que la salvación de los trabajadores depende del Estado, de los politiqueros o de fuerzas sobrenaturales y no de ellos mismos; en esta parte de la estrofa se sustenta la consigna acogida por las masas de que ¡solo el pueblo salva el pueblo!. Pero además en la segunda parte de la estrofa elimina de tajo la misión histórica de la clase obrera, quien debe emancipar a la humanidad emancipándose ella misma y dirigir los destinos de la sociedad.

Pero no solo hay modificaciones en la letra, también las hay en la música, como la conocida “versión latinoamericana” que circula hace algún tiempo, donde no solamente se le quita el párrafo mencionado sino que se presenta como algo novedoso en el ritmo de los pueblos latinoamericanos. Y alguien puede preguntarse ¿cuál es el problema con ponerle un ritmo latinoamericano si éste la puede hacer más atractiva para esa población?, pero en realidad ese es una desnaturalización de un himno que es una marcha de combate y no una rumba, o una canción sentimental; pero además es introducir de contrabando el nacionalismo en lugar de defender el internacionalismo proletario, que es la esencia misma de La Internacional.

Precisamente, La Internacional está aquí para recordar que en cada rincón de la tierra hay un proletario más y que su lucha es una y la misma en todo el mundo, y este Primero de Mayo en las calles o desde las ventanas, los obreros de todos los países y en los 5 continentes la entonarán con odio de clase y por la unidad de los explotados de todo el mundo.

Agrupémonos todos

en la lucha final

y se alcen los pueblos con valor

por La Internacional.


La Internacional

(Eugenio Pottier)

Arriba los pobres del mundo

de pie los esclavos sin pan

y gritemos todos unidos

¡Viva la Internacional!

Derribemos todas las trabas

que oprimen al proletario

cambiemos al mundo de base

hundiendo al imperio burgués.

Coro

Agrupémonos todos

en la lucha final

y se alcen los pueblos

por la Internacional.

Agrupémonos todos

en la lucha final

y se alcen los pueblos con valor

por la Internacional.

No más salvadores supremos

ni cesar, ni burgués, ni dios

pues nosotros mismos haremos

nuestra propia redención.

Donde tienen los proletarios

el disfrute de su bien

tenemos que ser los obreros

los que guiemos el tren

(Coro)

El día que el triunfo alcancemos

ni esclavos ni dueños habrá

los odios que al mundo envenenan al punto se extinguirán

El hombre del hombre es hermano Cese la desigualdad

La tierra será el paraíso

Bello de la humanidad

(Coro)

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