La violencia contra las mujeres en el paro, justifica volver a las calles

La violencia contra las mujeres en el paro, justifica volver a las calles 1

Próximos a conmemorar un año más en la historia de la lucha en Colombia atravesada por el paro nacional y, en relación al informe de la ONU Documento Lecciones Aprendidas, Paro Nacional Colombia, 2021, Juliette de Rivero, Representante de la Alta Comisionada llamamos al pueblo colombiano a aprender de sus lecciones y prepararse para nuevos combates.

La pandemia el 2021 trajo no solo para Colombia sino para el mundo, la agudización de contradicciones antagónicas: entre ricos y pobres, entre quienes pueden llevar una buena vida sin sufrir los traumas reales de la pandemia y la muerte o, por condiciones médicas o, por hambre. Se pudo ver que mientras unos se llenan las barrigas atreviéndose a llamar al pueblo “holgazán” y que “todo quiere gratis” cientos de niños, mujeres y hombres murieron de inanición.

Toda esta situación empezó a mostrar en diferentes sectores la decisión de salir a las calles a protestar, aun cuando con sus leyes, la burguesía había decretado aislamiento completo para todos, claro que a algunos “pobres” capitalistas se les permitió seguir explotando para no afectar su ganancia. Así la bola de nieve cada vez se hizo más grande desatando como ya se había previsto desde estas páginas un Paro Nacional Indefinido que los representantes del Estado burgués y sus servidores infiltrados en el movimiento obrero, o los considerados la tabla de salvación, ya no tenían control alguno. Aun cuando lo intentaron todo, el Comité Nacional de Paro y, en general todos aquellos que han traficado con los intereses del pueblo, no tuvieron credibilidad y fueron rechazados desde las mismas asambleas populares y puntos de bloqueo y resistencia.

Estos antecedentes fueron, junto con la intención de imponer la Reforma Tributaria el detonante de la furia contenida, causada por la miseria, el hambre, el abuso policial y en general la opresión y explotación a los desposeídos. Por supuesto que esto no lo detalla el informe de la ONU que en aras de mostrase “imparcial”, no logra desentrañar la causa real de este estallido, que no es otra que la agudización de las contradicciones de este sistema económico en crisis, la cuales deben resolverse en franca lucha contra los opresores y explotadores y su poder político.

No es pretensión de una institución como la ONU, exponer las verdaderas causas del paro y, mucho menos la exactitud en cifras y hechos, pues esta no es una institución al servicio del pueblo, sin embargo, el informe expone en general, la lucha que las masas en Colombia libraron para exigir sus derechos. Y claro, expone también las “buenas prácticas” -dicen ellos- por parte del gobierno para dialogar, cuando lo que vivieron los luchadores y principalmente los jóvenes fueron actos de tortura, desaparición, abuso de la fuerza pública, abuso y violencia a las mujeres, entre otras; es decir nunca el dialogo primó, porque mientras hacían sus tales reuniones con el Comité Nacional de No Paro -que para nada representa al pueblo- en otro lado estaban matando, torturando, desapareciendo y violando. Esto solo demuestra que al Estado burgués toca combatirlo a muerte y hay que prepararse para ello.

En contraste con las “buenas prácticas” del gobierno, en el informe se dice en el punto deViolencia sexual y basada en género, como estas prácticas fueron denigrantes y humillantes para las mujeres y las comunidades LGBTI, abuso, acoso y violación sexual fueron métodos utilizados principalmente por las fuerzas represivas del Estado burgués, pues solo hay un caso de violencia sexual a una patrullera de un CAI.

Como todo en el capitalismo, los informes y noticias son acomodados a favor de los explotadores, contando eso sí parte de la verdad, porque la masificación de los medios de comunicación y el uso de redes han logrado exponer más abiertamente la dictadura burguesa, pero en esencia aun cuando quieran acomodar las cifras, las mismas masas las muestran grabando la cruenta realidad, una que va más allá de este informe e incluso de las mismas cifras burguesas que mostraron.

La Defensoría del Pueblo registró «113 hechos de violencia por razón del género en contra de mujeres y personas con orientaciones sexuales e identidades de género diversas durante las manifestaciones sociales entre el 28 de abril y el 4 de junio de 2021» la Comisión Colombiana de Juristas «indicó que hasta el 22 de junio se habían reportado al menos 59 casos de violencia basada en género en el contexto de las protestas, presuntamente cometida por la policía» y por último la Fiscalía General de la Nación «…reportó inicialmente 36 víctimas de violencia basada en género. Tras una labor de verificación habría establecido que 17 casos, con 19 víctimas, corresponderían a hechos de violencia de género relacionados con las manifestaciones. El Gobierno Nacional reportó que entre el 28 de abril y el 30 de julio, el canal de orientación de la línea 155, no recibió ninguna llamada relacionada con los escenarios de manifestaciones, protestas sociales o Paro Nacional».

Es un hecho entonces que, en medio del Paro Nacional, el Estado y las clases dominantes desataron una guerra contra el pueblo en la que no escatimó recursos y mucho menos practicas aberrantes, en particular demostró su desprecio a la mujer, pero sobre todo, miedo a que las mujeres se organizaran y lucharan, miedo a la fuerza poderosa que se desata cuando las mujeres deciden participar en la lucha de clases, por eso pretendió amedrentarlas, minar a las que participaron hombro a hombro con su compañeros de lucha y dejar el mensaje de que la mujeres debían quedarse en sus casas y seguir siendo sumisas. Pero contrario a esa pretensión, han dado al movimiento más razones para combatirlo, para no quedarse quietos ante el abuso y la violencia contra la mujer, haciendo realidad con la lucha, las consignas ni una menos y por nuestros muertos ni un minuto de silencio, toda una vida de combate.

Pero a diferencia de la burguesía el pueblo tiene algo en común, son una sola clase y su único deseo es que no le falte nada a ninguno, no quiere excesos solo una vida digna, por tanto se preparará para erradicar la herencia de maltrato y degradación a las mujeres, porque la clase obrera reconoce, exalta y admira las cualidades especiales que tienen estas combatientes que se le miden a todo y que no solo serán una compañía en la lucha sino un equipo para erradicar de una vez por todas el capitalismo no solo de Colombia sino del mundo entero.

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