Unidad Para la Lucha

Unidad por la Base y para la Lucha

Por estos días, cuando se habla del Paro Nacional un viejo dirigente revolucionario envió a nuestro correo unas valiosas observaciones a propósito de la unidad, las cuales compartimos con nuestros lectores, seguidores y amigos.

¿Unidad?

En Colombia la dirigencia se reúne a puerta cerrada para coordinar las actividades sin las poblaciones, y alejada de los territorios o sectores sociales, pues la presencia en trabajo de base poco se da.

Parece que se teme organizar a los sectores populares, pues de pronto va y sucede en Colombia conflictos como los acontecidos en Ecuador, Chile, España y otros países, lo que dañaría comodidades acostumbradas y que nuestros dirigentes “merecen.”

El electorerismo aplaza la ocurrencia de esas rebeliones populares en Colombia, o al menos para eso han servido, pues todos dejan de movilizarse ante sus falsas esperanzas delegadas en unos y otros candidatos.

Lo que esa dirigencia elude mencionar es que se podría correr el riesgo de favorecer a falsos amigos del pueblo, como son los casos de Luis Eduardo Garzón, Carlos Bula y otros.

Procesos de unidad

Mientras el ascenso de la dominación y explotación sigue oronda, la dirigencia evita encontrarse en los territorios y sectores sociales, para unir fuerzas, dónde haya luchas de las masas, y eso nos obliga a evaluar prácticas y conceptos.

Con actitudes arrogantes se oculta la escasez de trabajo ideológico, político y de acumulados de fuerza de base, para contrarrestar popularmente las agresiones del régimen, y eso explica, en parte, la dificultad para que se asuma cualquier compromiso.

También se esgrimen “barreras ideológicas” en los procesos de unidad, y pareciera que sirvieran para descalificar esos procesos por parte de algunos sectores, que pretenden que sean resueltas las discrepancias antes de cualquier acción conjunta contra el régimen imperante.

Cuando se han dado luchas sus fechas poco coinciden, hoy salen las comunidades indígenas, mañana el magisterio, pasado los petroleros, y los paros quedan en marchas ordenadas, prioritariamente en lo urbano.

La unidad de acción en términos concretos se queda en unos simples comunicados de apoyo moral, y cómo se sabe que esos comunicados pocas personas los leen y menos los llevan a las masas.

Es importante difundir las luchas de los pueblos del Mundo, eso hace parte del internacionalismo y la solidaridad de clase para sí, que es un principio de los sectores sindicales, sociales y políticos.

Otro principio es el de la democracia al interior de todas las organizaciones sindicales, campesinas y populares, dónde juega un papel destacado la comunicación que motive la organización y la formación en la lucha teórico práctica.

Conformar un frente de lucha contra el régimen lo más amplio y diverso posible, es un asunto que en Colombia sigue en ciernes, solo hay espacios de convocatoria divorciado del análisis concreto de cada situación concreta de las luchas actuales.

La independencia de clase, rechaza cualquier replica de las ideas dominantes, que son las ideas de las clases dominantes, y ese primer principio rompe con el seguidismo a la institucionalidad, a pensar con conciencia de clase y con cabeza propia.

El principio de la política de alianzas queda reducido a coyunturas electorales, dónde los defensores del régimen capitalista financiero salen electos para favorecer la política imperialista, muchas veces olvidada y peor aún vilipendian a quienes la traemos a cuento.

El principio de alianzas queda diezmado en el privilegio a los intereses particulares en las próximas elecciones sobre los intereses de las próximas generaciones, con lo cual cada dos años se replica ese distractor de manera consuetudinaria.

Unidad en los hechos

Es importante pasar del comentario a la acción en Colombia, avancemos en la unidad de acción y en la unidad sindical desde las bases, con la estilo de trabajo de la democracia interna con los actores involucrados activamente en la lucha.

En el sector rural a las organizaciones campesinas, étnicas y populares elaboramos el mapa de actividades y sus expresiones organizativas, para conocer las poblaciones y problemáticas que en el país representamos de manera conjunta.

El análisis de los sectores rurales y poblacionales en temas de crédito, mercadeo y otros nos lleva en lo fundamental a una lucha contra el capital financiero en general, y contra todo oportunismo que nos habla de la democracia del capital.

La unidad debe darse en los hechos, con quiénes representen trabajo de base que se sepa a qué producción se dedica y a donde está, de resto es caer en una demagogia similar a la de la politiquería.

Creemos espacios de encuentro para dialogar y avanzar en acciones concretas en la unidad, y la unidad ideológica se dará al calor de la lucha contra el oportunismo y el revisionismo.

Teniendo un opositor principal, pues es más fácil definir en los hechos, más allá de las palabras.

Compañero Anchique

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