A los Soldados y Policías Rasos, ¡Es Justo Rebelarse!

A los Soldados y Policías Rasos, ¡Es Justo Rebelarse! 1

Soldados y policías rasos: ¡es posible y justo rebelarse contra las órdenes de sus superiores que los envían a masacrar al pueblo! Hoy ustedes se encuentran del lado de los enemigos de las masas populares, pertenecen a unas instituciones que son el pilar central de la dictadura de los ricos holgazanes y son enemigos de los obreros y campesinos. Hoy, ustedes a pesar de provenir de las filas del pueblo, de venir de familias trabajadoras del campo y la ciudad, se encuentran defendiendo a sangre y fuego los intereses de un puñado de parásitos que los envían a campos y ciudades a masacrar luchadores en medio del Paro Nacional Indefinido. Por lo tanto, han sido el blanco del ataque de las masas populares que de diferentes formas y sin las armas que ustedes poseen han repelido sus ataques para defenderse como han podido.

El presidente títere, apeló al tal “Mandato de Asistencia Militar” para reprimir de todas las formas posibles al pueblo desarmado. Es la formalidad leguleya con la que recrudeció en los hechos el terrorismo de Estado contra los luchadores. Así lo entiende el pueblo, y así lo deben entender los militares y policías que están ejecutando las órdenes de sus superiores. Por cientos, agentes de las fuerzas armadas salieron a las calles cual perros rabiosos, a cumplir ciegamente las órdenes del gobierno y a descargar su ira reprimida contra el pueblo desarmado como si él fuera culpable de los vejámenes e injusticias que a diario viven dentro de las instituciones castrenses.

Pero también, han sido muchas las manifestaciones de policías y soldados rasos, iguales a ustedes, y reservistas que en redes sociales muestran su inconformismo con la situación actual, que llaman a sus compañeros o “lanzas” a desobedecer las órdenes de sus superiores; soldados y policías que denuncian que no hay una política clara de ascensos, ni de incremento salarial y que no vale la pena salir a matar a los vecinos, a los amigos con los que crecieron en el barrio, ni a los que protestan en las calles por un futuro mejor.

¡Basta de masacrar al pueblo! ¡Desobedezcan esas órdenes! Recuerden que el día de mañana ninguno de sus superiores ni los abogados del Estado, saldrán a defenderlos cuando inicie la cacería de brujas y empiecen a decir los altos mandos del Ejército y la Policía por todos los medios de comunicación al servicio de los explotadores, que todo se trató de unas “manzanas podridas”, de unos cuantos individuos que se “descarriaron”. Ese modus operandi es una política de Estado para encubrir las órdenes criminales de los burgueses y terratenientes y descargar su responsabilidad criminal sobre los hombres de filas.

Los llamamos a ustedes, policías y militares rasos y de rangos medios, a desobedecer a sus superiores, porque ustedes pertenecen al pueblo y no están obligados a obedecer órdenes injustas. Porque pueden incluso apoyarse en la en la ley, que aunque está hecha para oprimir al pueblo, tiene recursos jurídicos que hay que aprender a utilizar.

Recuerden que jurídicamente tienen el deber de obediencia debida; pero la obediencia ciega no los exonera ante la ley y menos ante el pueblo. Reza la ley: “no se remite a duda que el militar subalterno que se abstiene de observar [acatar] una orden militar que comporte la violación de los derechos fundamentales intangibles (e inescindibles de la dignidad humana), no podrá ser objeto de sanción penal o disciplinaria”. Según lo indica la Corte Constitucional en su Sentencia No. C-578/95 de 1995 que rechazó la obediencia absoluta y ciega. Pueden entonces apelar al ejercicio legítimo del deber de advertencia cuando tengan una razón sincera y absoluta creencia o duda sobre su legalidad para “asegurar el ejercicio responsable de la fuerza” en palabras de la sentencia.

Recuerden además que según el Reglamento de Régimen Disciplinario para las Fuerzas Militares, la responsabilidad de toda orden militar recae en quien la emite, ¡pero también en quien la ejecuta, es decir, en ustedes! Al respecto, la sentencia dice: “Frente a las órdenes militares “ilegítimas” – las que implican la comisión de actos delictivos, inmorales, antiéticos o deliberadamente opuestos a principios de justicia y moralidad universalmente reconocidos -, el principio de obediencia debida deja de obrar y, en consecuencia, la responsabilidad por los actos perpetrados que “han debido evitarse de alguna manera”, se extiende tanto al superior como al subalterno o agente que los realizó”. (s.n.)

Los llamamos a rebelarse contra toda la línea de mando, empezando por el presidente títere Duque, el Ministro de Defensa Molano, pasando por la desobediencia al Comandante General de las FFMM Navarro, al carnicero General Zapateiro Comandante del Ejército Nacional, al Director General de la Policía Nacional Vargas, etc.; todos opresores y asesinos del pueblo desarmado; pero además y en concreto contra aquellos que los envían “a la candela” para quemarlos mientras ellos están seguros dando las órdenes criminales desde mullidos sillones.

Ustedes tienen una gran responsabilidad en parar la masacre; pueden seguir siendo los carniceros contra el pueblo, o convertirse en verdaderos héroes al bajar las armas e incluso en voltearlas contra el viejo y podrido Estado de los ricos explotadores. Ustedes tendrán en el Estado de Nuevo Tipo, en el Estado de los obreros y campesinos, un puesto de combate honorífico si deciden apuntar sus armas contra el régimen de oprobio y muerte que significa la mafia uribista para las masas populares.

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