Campesinos en el Paro Nacional Indefinido

Hasta hoy y desde el 28 de abril las masas han estado en las calles diciéndole al régimen paramilitar, mafioso y asesino, basta de cabalgar en los hombros de los desposeídos.

Y una parte de esas masas, fueron los campesinos quienes hicieron parte activa en este paro, bloqueando vías y parando de hecho; con valentía y compromiso se volcaron a participar y apoyar el paro especialmente en las primeras semanas, exigiendo sus propias reivindicaciones y respaldando a los jóvenes, quienes han puesto el pecho a las balas asesinas del Estado.

Los campesinos en Catatumbo Norte de Santander participaron combativamente y a través de una de sus organizaciones, la Asociación Campesina del Catatumbo Ascamcat se unieron exigiendo particularmente: no a la aspersión con glifosato, no a la erradicación forzada, implementación del acuerdo de paz de manera integral, justas tarifas de transporte de buses y taxis, no al cobro y creación injustificada de los peajes, parar la violencia sistemática contra las mujeres, garantía para la protesta y la defensa de los derechos humanos entre otras.

En el Cauca y Valle del Cauca la minga indígena salió en apoyo al levantamiento, exigiendo las tierras que les han usurpado, contra el asesinato de sus dirigentes y su dignificación como minorías. También comunidades campesinas bloquearon la Panamericana en el Cairo-Cajibío Cauca.

En Anorí Antioquia los campesinos se encontraban protestando desde el 25 de abril contra las fumigaciones con glifosato y el 28 se sumaron al movimiento, igual en Caucasia bloquearon las vías, los mineros, indígenas y comerciantes. En el centro del país, los campesinos en Boyacá se unieron al paro nacional contra la reforma tributaria, que los ponía a pagar más impuesto.

Los campesinos son un sector muy empobrecido, de por sí en el capitalismo existe la contradicción entre el campo y la ciudad en la que el campo es expoliado todo el tiempo, pero además en las actuales condiciones de Colombia la situación es aún más trágica, durante la pandemia sus productos se perdieron y no hubo ninguna ayuda económica para cubrir sus pérdidas, por el contrario los insumos subieron de precio y siguen produciendo a pérdida.

Además, el negocio de los psicotrópicos ha ocasionado una guerra reaccionaria en algunas regiones, por la disputa de la renta extraordinaria que genera estos cultivos y en la que una parte de los dueños del negocio tiene el poder del Estado. Lo que trae desgracias para las masas campesinas que viven en medio del fuego cruzado de los involucrados en el conflicto. Aparte que la mafia en el Estado utiliza las fumigaciones con glifosato, como parte de la estrategia de guerra contra sus contradictores y le sirve para subir el precio de los psicotrópicos en el mercado; todas estas medidas afectan la vida, la salud de los campesinos y los recursos naturales, la persecución a sus organizaciones y el asesinato permanente de sus dirigentes.

Motivos suficientes para continuar en el paro, pero desafortunadamente las clases dominantes lograron desmovilizarlos, pues varias de sus organizaciones están dirigidas por partidos politiqueros.

Es por eso necesario consolidar la alianza obrero-campesina por abajo, con independencia del Estado y los falsos amigos para lograr que el Paro Nacional Indefinido sea más contundente, puesto que son las dos clases productoras y fundamentales de la sociedad, sometidas por los capitalistas, terratenientes e imperialistas, y por el régimen inepto y criminal; por eso son las clases que unidas, parando la producción y movilizándose revolucionariamente pueden derribar al régimen y establecer un gobierno de los obreros y campesinos que lleve a término todas las exigencias planteadas en este Paro.

¡Viva la alianza obrero-campesina!
¡Adelante, los encuentros obreros- campesinos!
¡Abajo el podrido estado burgués! ¡viva el futuro estado de obreros y campesinos!