Juventud Combativa el 20 de Julio en Medellín

Juventud Combativa el 20 de Julio en Medellín 1

Camaradas de Revolución Obrera, disculpen la tardanza en escribir estas notas de lo ocurrido en Medellín el 20 de julio, la verdad he estado muy ocupado, pero creo que vale la pena publicarlas por las enseñanzas que deja para quienes realmente quieren cambiar la situación y se mantienen en pie de lucha; es una pequeña experiencia, pero muy significativa de la juventud combativa que no se ha dejado manosear del Estado ni los politiqueros.

Para aquella fecha existieron convocatorias en la ciudad, el autodenominado “Comité de Paro” citó a un concierto en el parque Ciudad del Río, dinámica que fue respaldada por radio, páginas web del statu-quo y la alcaldía, que con esfuerzo llamaban a un jornada pacifista y carnavalesca para esa fecha, mientras disparaban e intimidaban con armas de fuego a los jóvenes luchadores en el Parque de la Resistencia un día antes de la fecha, además hacían allanamientos y detenciones injustificadas. Línea de Aburra (organización que agrupa a varias Primeras Líneas en Medellín y su área metropolitana) citó a las 10 am en el Parque de la Resistencia, por su parte la COS citó a las 9 am en el mismo lugar.

La gente comenzó a llegar poco a poco y a eso de medio día una nutrida marcha se disponía a salir del parque. La fuerza pública había bloqueado la señal de los celulares dentro del parque y sus zonas aledañas, saboteando las comunicaciones y los en vivo. La marcha salió muy animada, en su mayoría juventud, nula o escasa la participación de sindicatos, alguno que otro sindicalista a título individual, muy animado y contagiado por la efervescencia juvenil. La manifestación terció desde Barranquilla por la Regional, jovial y animada con varias representaciones de quema de banderas yanquis. La idea era llegar al concierto y después quizás volver a Resistencia, pero muchos sabíamos que eso no lo permitiría la fuerza pública, ni los muchachos querían “juntarse” con el Comité de no Paro.

En la Avenida Ferrocarril, a la altura de la redoma de exposiciones, apareció la fuerza disponible para cerrarle el paso a la marcha, fueron “usados” como carne de cañón y de provocación para luego justificar la arremetida, tener su Casus belli. Cerrar el paso a la marcha era un acto ofensivo e intimidante que no iban a pasar por alto los jóvenes, en especial, cuando de antemano se habían preparado para el combate.

Comenzaron pequeños altercados, se inició una pequeña pelea de un grupo de jóvenes exaltados de Primera Línea que empezaron a tirar piedras, algunos solo querían que se diera un rodeo y se evitará la confrontación, pero la llama ya había sido encendida y era imposible apagarla.

En instantes comenzaron a lanzar varias papas bomba y la fuerza disponible tuvo que ser “socorrida” por el Esmad que ingresó en el campo desde la Avenida 33 en gran cantidad. La respuesta fue radical: papas, cocteles molotov, piedras, pequeñas líneas de escuderos que fueron quienes garantizaron una retirada lenta y ordenada. Fue una lucha cruenta y heroica, los jóvenes peleaban y se retiraban, los cercaban y rompían el cerco, hacían rodeos y volvían a pelear.

Un fuerte choque se presentó con la fuerza disponible desplegada cerca de la Avenida Ferrocarril para proteger la estación de Policía de la Candelaria. En esa acción los jóvenes pasaron a la ofensiva y entablaron lucha. Igualmente, en la conciencia de todos existía la idea de replegarse hasta la Avenida Barranquilla, aprovechar la Universidad de Antioquia (UdeA) para pelear y luego quizás llegar a Moravia, barrio popular y fortín de los jóvenes luchadores, terreno hostil para el Esmad y la Policía. Un terreno donde se iguala la lucha.

A la altura de la UdeA la juventud combatiente tuvo que enfrentarse contra el triple de fuerza acostumbrada a hacerle frente en el marco del Paro Nacional, pero habían bastantes jóvenes organizando las líneas de choque y para reforzar la lucha entraron en escena varios grupos de encapuchados de las universidades quienes tuvieron una participación destacada ese día.

Fue increíble el combate en las zonas aledañas a la UdeA y la gran cantidad de papas bomba lanzadas durante la contienda; en realidad, una escena de guerra, papas bomba de un lado contra tanquetas, Esmad y Policía, que eran acompañadas por las piedras y cocteles molotovs que se arrojaban desde detrás de los escudos, a su vez la fuerza pública disparaba bala traumática desde los “matrimonios” indiscriminadamente, el Esmad disparaba gases a la cara y a los escudos, proyectiles recalzados con metralla metálica y desde las tanquetas arremetían con fuerza contra los escudos de Primera Línea.

Algo que no se debe olvidar de esas cruentas escenas es la lucha psicológica a través de gritos e insultos a viva voz, que fueron acompañados con denuncias por parte de los combatientes hacía el enemigo; allí se aprovechó para denunciar todo lo que oprime y asquea de esta podrida sociedad, una demostración de su indoblegable odio hacia los cerdos y asesinos a sueldo de la mafia de este país.

A la altura del Parque Explora y el Jardín Botánico la fuerza pública hizo un cerco muy fuerte con 4 tanquetas y más de 60 matrimonios cerrando todas las esquinas. Muchos jóvenes tuvieron que escalar mallas de más de 4 metros y saltarlas para salvarse, en ese sitio hubo por lo menos 30 detenidos. Los combatientes se asentaron en Moravia y la fuerza pública se volvió más tímida, ya caía la noche y los combates fueron acompañados de barricadas y hogueras. A eso de las 8 pm la fuerza pública se retiró del campo de batalla a tomar un respiro y almorzar. En ese momento un grupo de 20 incendiarios avanzaron en su búsqueda, a la altura de Ruta N fueron sorprendidos en su pequeño break: varias papas bombas los levantaron en carrera, ni las motocicletas se salvaron del ataque; detrás de los incendiarios venía el grueso de la fuerza popular que una vez llevada a cabo la ofensiva, estableció posiciones defensivas con escudos y se entabló de nuevo la lucha.

Las tanquetas volvían a arremeter, llovían molotovs y gases lacrimógenos. El enemigo, en una especie de venganza por verse interrumpido su descanso, reprimió duramente. La juventud resistía y contraatacaba, papas bomba, molotovs, piedras y hasta “tortas” o juegos pirotécnicos múltiples que se disparan al enemigo, todo eso da cuenta de la fuerza y organización, empeño y espíritu de sacrificio y de lucha de estos jóvenes, héroes anónimos del Paro Nacional.

Los combatientes populares se replegaron combatiendo hasta Moravia, allá la fuerza pública disparó indiscriminadamente gases a casas y zonas residenciales en venganza. Muchos ancianos y niños tuvieron que ser socorridos por la cuarta línea o APH. Una vez los vándalos uniformados ejecutaron su acción de retaliación, se retiraron del campo de lucha siendo casi las 10 pm, retirada que han venido repitiendo desde hace más de un mes en Medellín y es para no creer: la “imbatible” fuerza pública se retira del campo de batalla, no tiene condiciones ni físicas ni morales para enfrentar una lucha prolongada y de desgaste, sus efectivos no están dispuestos a arriesgar sus vidas ni exponerse como si lo hacen los jóvenes que luchan por un futuro en donde puedan vivir, quienes salen y exponen sus vidas frente a un enemigo fuertemente armado, mejor pertrechado, entrenado y financiado, que cuenta con el respaldo de jueces, carceleros y de todo el Estado, así como de los grupos paramilitares, de los medios y los loros serviles al régimen mafioso.

El 20 de julio demostró la forma bajo la cual el pueblo celebró la “falsa independencia” continuando la lucha radical y en las calles contra sus opresores y contra los esbirros de la mafia, apuntando a la meta que señala el elemento consciente de pelear hasta tumbar el régimen y establecer un gobierno de los obreros y campesinos.

Un camarada

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